Sunday, March 31, 2013

Silencio al mediodía

Con la misma satisfacción de siempre, terminó su práctica musical de aquel día para darle paso al silencio del medio día. Se concentró en los sonidos que se pueden escuchar cuando muchos otros sonidos se apagan o se atenúan, como es el sonido de los carros que pasan a lo lejos, que son como el sonido de las olas del mar; pero también las ollas de los vecinos que se chocan en pequeñas partes mientras se quitan o se acomodan en diferentes lugares, y que hacen ese sonido tan característico e inconfundible de las cocinas; pero también algunas faenas amorosas de los que aprovechan el domingo al medio día para ponerse al día con sus contratos de pareja.

En esta región bañada por el sol, le fue también fácil escuchar los coros de los muchos pajaritos que andan libremente de árbol en árbol, de esos tan hermosos que hay por la cuadra en donde vive, pues aunque habita en la ciudad, los árboles son como compañeros silenciosos que acompañan con su presencia la existencia de aquel hombre singular.

Sentía que el mediodía del domingo, con su particular silencio, era muy parecido al mediodía de la existencia humana, pues ya se ha pasado el amanecer, con su despertar, con su toma de consciencia de que la vida, bajo esa forma humana de ser, ha comenzado de nuevo y se ha permitido otra oportunidad con ese nuevo ser existente. Pero también se ha pasado la mañana, con su luz fresca y suave, con su ímpetu que no mide el riesgo y que sabe que toda su vida está simplemente por delante. En cambio, cuando llega el mediodía, su existencia pareció tornarse reflexiva, un poco más quita, con cierto cansancio por la mañana recorrida y ya perdida para siempre, tan solo grabada en su memoria y en la memoria de todos aquellos que tuvieron contacto con su existencia mañanera.

Tenía entonces la sensación de que faltaba media jornada, todavía tenía la intuición de que el final del día, el descanso de la noche silenciosa, todavía estaba a medio camino, todavía quedaba la mitad por recorrer. Tenía en su mente la idea de que era un pequeño respiro para tomar las fuerzas necesarias para recorrer la otra mitad, y todo eso lo logró escuchar y comprender tan solo porque aquel día era un domingo con un hermoso silencio al mediodía.









Foto tomada de http://www.alvaro-garcia.com

Saturday, March 30, 2013

Continuo despedirse

Por más que intento que todo permanezca
no es más que un sueño de niño dormido,
lo que en realidad sucede es que todo no es
sino un continuo despedirse.

Cada día hay pequeñas o grandes despedidas;
nos despedimos segundo a segundo de la vida,
también todos los demás seres humanos
se están despidiendo de nosotros segundo a segundo
de nuestra vida, y quien sabe si para siempre.

Las cosas también envejecen y mueren,
los muebles de las casas,
las mesas de madera,
los libros que terminan como cultivo de hongos,
las ollas que poco a poco van perdiendo su brillo.

Ni que decir de las personas y los afectos.
Nada más conocer a alguien y desde
ese preciso instante ya saber
que todo será pasajero.

La permanencia no parece más que un simple sueño.
Pasan las plantas que con cariño cultivamos,
pasan los animalitos que hemos conocido,
amén de los que nosotros mismos hemos matado:
¿cuántos zancudos, moscos, hormigas u otros seres
vivos habremos privado de su existencia?

La experiencia parece mostrar que todo se acaba.
Como la estrella que llaman fugaz,
así parece ser todo, sólo que la fugacidad nuestra
es más fugaz que la de la estrella,
y la fugacidad de otras grandes estrellas como las azules,
son menos fugaces que la nuestra,
pero todo parece simplemente acabarse.

Todo es un continuo despedirse,
con dolor desgarrador a veces,
con alegría por la partida en otras,
pero parece que estamos en duelo permanente,
aun cuando aceptemos que todo parece contingente.

Parte de esa radical contingencia
es que nos inventamos la eternidad,
pero también soñamos con la inmortalidad.
¿Serán acaso no más que otros sueños infantiles?

Y si en efecto todo no es más que un continuo pasar,
¿Qué significado puede tener esto para nuestra existencia?
Si somos seres que necesitamos sentido, y todo parece
no ser más que contingente, entonces
¿qué implica eso para una posición frente a la existencia?

Esta entrada de blog deberá tener en algún momento un fin,
¿será que por eso un poeta ha dicho que todo no es más
que atrapar vientos o como estelas en la mar?
No puedo menos que sentir hoy el dolor de la contingencia
¿Por qué parece ser todo así?
No lo sé












Tuesday, March 26, 2013

Hoy estarás conmigo en el paraíso

Me encanta la hermosa melodía y le ritmo de los animalitos que cantan en la noche, basta sentir esa música para estar en el paraíso ...








Belleza fugaz

Cerezos en flor
blancas y rosadas son
belleza fugaz










Friday, March 22, 2013

Cuidado

Mira mis labios
rotos como un cristal
te necesitan

Repáralos tu
como a mi corazón
con tu cuidado










Wednesday, March 20, 2013

Imaginación

"Si el cuerpo humano ha sido afectado una vez por dos o más cuerpos al mismo tiempo, cuando la mente imagine después alguno de ellos, recordará al instante también los otros." Spinoza, E 2 / 18

Todavía resuenas en mi mente,
afección que no pude sino padecer,
ecos de voces y cortos diálogos,
como una cosa que lleva a la otra.

Tiempos, lugares y personas,
como cuerpos que a la vez me afectaron,
cuando yo me afectaba contigo.
Me afecta en el presente uno de ellos
y de inmediato apareces en mi
imaginación como eslabón perdido.

Ausencia perpetua que mi ser recuerda.
Te imagino todavía cerca de mi,
caras de una y de otra forma,
maneras, timbres y escritos,
caminatas de abastecimiento.
Almuerzos, mensajes, voces,
risas, formas y piel.

¿Cuándo mis nervios dejarán de resonar a ti?
¿Hasta que sea afectado por un afecto
que te excluya de mi existencia,
según el barroco y cauto judío holandés?
Pero, si eres ya parte imborrable de mi vida,
no es excluirte entonces lo que deseo,
sino imaginarte sin que vengan con esas imágenes
otros cuerpos que en mi memoria tengo.

¡Que fuerza tan grande la de los afectos!
Más fácil contar los cabellos,
que los afectos y movimientos del corazón,
afirmó el santo de Hipona.
¡Vaya que así parece!

Amén de lo que siento,
padecimiento singular,
operando según su esencial necesidad.
Con todo, me alegra saber que cada vez
resuenas con mayor debilidad,
y que las afecciones y los afectos
operan según su esencial necesidad.















Tuesday, March 19, 2013

Llega la noche

Llega la noche
el cansancio apremia
deseo tu paz










Monday, March 18, 2013

Cada vez

Hora por hora
se nos pasa la vida
hora por hora










Sunday, March 17, 2013

Fuego sutil

Camino por ti
fuego de mi corazón
presencia sutil











La persistencia de la memoria

Vienes toda tu
todavía tu en mi
nostalgia de ti



Saturday, March 16, 2013

Tan cerca de mí

Infinito regalo en esta tarde de viento y de sol,
caminando por la avenida con mirada fija y fina, 
estrella guía en noche sin niebla.

Así te sentí hoy por la tarde...
como aquel sabor de postre de fresa,
dado sin esperarlo,
muy cerca de mi,
como viento fresco en tarde de sol.





Thursday, March 14, 2013

La perplejidad del pensamiento

Con respecto a la acción que se expresa con la palabra 'filosofía', parece no haber punto medio en cómo se la considera. O bien se le rechaza o se le relega por considerarse inútil y superflua, o bien se le acoge esperando de ella revelaciones y luz total en la vida. ¿Qué puede indicar la existencia de estas posiciones aparentemente irreconciliables?

Una primera exigencia de la vida práctica es que necesitamos puntos de apoyo fijos. Esto es, parece que necesitamos frases o expresiones que nos den una cierta sensación de que algo permanece y que no todo es un constante fluir sin sentido. Así por ejemplo, aparece en nuestra vida psíquica la necesidad de no tener que angustiarse por armar y reorganizar cada vez el mundo con el pensamiento; así mismo parece más natural aceptar las cosas que experimentamos cotidianamente de una buena vez y no darle vuelta a ideas o a pensamiento ya que al fin y al cabo la experiencia seguirá allí tal cual con la irremediable cotidianidad en donde la dejamos. Con todo, aparece a nuestra consciencia algo mucho más antinatural desear no quedarse con la pura vivencia de la experiencia cotidiana de vida, y no solo hacer evidentes los puntos fijos en donde nos apoyamos, sino por lo demás poner e aprietos esos puntos fijos para parecernos más al hombre que corta la rama del alto árbol en donde está sentado.

Ahora bien, si todo lo que es real es porque antes era virtualmente posible, entonces la realidad del pensamiento, esto es, de la evidencia y puesta en cuestión de los puntos fijos en donde apoyamos nuestra existencia, y que por de demás deja todo tal cual como estaba cuando se comenzó con él, nos abre a una perplejidad aún mayor cuando podemos entonces formular la siguiente cuestión: si el orden de las cosas permite que exista la posibilidad del pensamiento, pero éste se presenta bajo una capa de antinaturalidad y de cierta inutilidad y ociosidad, entonces ¿qué justifica la existencia de tal posibilidad?

El asombro humano frente al pensamiento pasa por la perplejidad de descubrir que se tiene una capacidad de acción, que hemos llamado pensar o filosofar, a la que parece en principio menos inteligente recurrir porque no puede modificar un ápice la experiencia que se vive y que no se dejará de vivir: el trabajo, la vida, las dificultades y problemas que conlleva existir como ser humano, los problemas económicos, la ausencia de justicia en el mundo, el dolor, el hambre material o interior, la enfermedad, la vejez y la muerte. Todo parece precisar de otra actividad humana y es el conocimiento, pero no así del pensamiento, pero entonces, ¿por qué existe y sigue existiendo la posibilidad del pensamiento a pesar de todo el conocimiento que hemos ganado del mundo, de la vida, de la acción y que sí nos podría ayudar en algo a solucionar o a entender mejor los grandes problemas humanos antes mencionados?

Un filósofo famoso, al formularse esta misma cuestión que planteamos aquí, propuso que si el pensamiento no sirve para el conocimiento, entonces debe servir para otra cosa y es para la acción moral. Entonces resolvió proponer que en el mundo de los fenómenos naturales en los cuales se pueden descubrir ciertas regularidades de comportamiento a las que se han llamado leyes que rigen las cosas naturales, o también llamadas leyes de la naturaleza, en esos fenómenos debe operar el conocimiento, mientras que en otro tipo de asuntos humanos como los asuntos referidos a lo justo o lo bueno, entonces, como sobre eso no puede haber conocimiento certero, entonces para discernir sobre lo justo y lo bueno es que debe funcionar el pensamiento.

Otro filósofo famoso, frente a esta misma cuestión, propuso que si bien la acción de conocer permite una paulatina mejor comprensión de los fenómenos naturales, con todo, todos esos conocimientos estarían como desligados unos de otros en su sentido más global y general, proponiendo entonces que al pensamiento le compete organizar un sentido racional para todas las acciones de los hombres, incluyendo las del conocimiento.

Ahora, hoy en día parece una posición más o menos común que el pensamiento simplemente estorba y no sirve para nadad porque no podemos modificar un ápice la realidad tal como lo veníamos diciendo. A esta conclusión parece haberse llegado desde una filosofía que identifica lo que es una cosa con su función. Así, si lo que define una cosa es su función, o su para qué sirve, entonces en el caso del ser humano en la actualidad, parece que éste para lo único que sirve para que las cifras macroeconómicas cambien para bien o para mal, según el lugar de mirada, sirve para que produzca con su acción los votos necesarios para que alguno que otro grupo de hombres puedan tomar decisiones por otros, sirve el hombre también para seguir alimentando con su vida los deseos de quienes quieren hacer que el hombre produzca bienes y servicios para mantener o modificar las cifras económicas, sirve para miles y miles de cosas, como entretener, escribir, cantar, acompañar o competir. De este modo, alguien podría aventurarse a decir que es ese tipo de acciones descritas las que en efecto sí sirven porque sí modifican la realidad, o modifican en algo la vida o las costumbres, pero ¿en realidad la modifican? o ¿qué es lo que en medio de esas acciones hace que en efecto se modifique la vida?

Así, para volver a la argumentación tenemos hasta el momento lo siguiente: afirmamos que necesitamos puntos fijos, también afirmamos que en apariencia el pensamiento, aunque posible, es inútil frente a la modificación real de la vida que tiene la acción, sin embargo interrogábamos qué es aquello que en las acciones descritas hace posibles la modificación; pues bien, la hipótesis es que en las acciones se expresan pensamientos y éstos son los que terminan transformando en tanto que logran trastocar la seguridad de los puntos fijos, destruyendo los pensamientos dados y modificándolos. Se concluye entonces que en efecto es el pensamiento el que logra modificar la vida, luego finalmente le pensamiento no es inútil, más hay que entender que lo que se hace con él es hacer explícito lo que se afirma en la comprensión que se dice cuando se actúa, y precisamente eso es lo que hace la filosofía.

Con todo, en el mundo cotidiano estas revoluciones del pensamiento no acontecen sino desde la implicitud de la fatiga del pensar. En efecto, citando a Karl Jaspers:
"Las expresiones corrientes, por ejemplo, son, en su mayor parte, expresiones de la necesidad de un punto de apoyo; se prefiere mucho más una opinión fija, que nos libere de ulteriores pensamientos, que el peligro y la fatiga de un incesante y continuo pensar."
El pensar se presenta bajo la característica de la fatiga, de lo antinatural, mientras que los puntos fijos se presentan bajo la estela de la seguridad y de la libertad de tener que fatigarse pensando cada vez las cosas. En realidad el pensar ya está presenta en la acción transformadora implícitamente, luego no siempre el pensar resulta fatigoso, pero sí tal vez el filosofar en tanto volver explícita la comprensión del pensar que se expresa en la acción de por sí transformadora.

Con todo, para otra entrada, es necesario aclarar por qué es razonable afirmar que en la acción se expresa ya un pensar.



Wednesday, March 13, 2013

Francisco I

Habemus Papam !


Me gusta el nombre del nuevo papa: Francisco I
Entre Francisco de Asís y Francisco Javier,
Entre la confianza en Dios y la entrega en la acción
Bella síntesis de la espiritualidad jesuita: "contemplativos en la acción"
AMDG






Sunday, March 10, 2013

Ave Nocturna

Regresa la noche y en este instante te recuerdo,
dama de caminar claroscuro,
rizos de palabras tristes,
tan distantes de lo auténtico
como los lugares comunes.

Ofrecer lo imposible es decir 'nada',
pero desde siempre te he perdonado,
porque ignoré mis instintos
aunque te haya visto venir a lo lejos.

Nada como la paz de la noche,
en ella a veces te haces presente
tal como ahora como íntimo susurro,
o como relámpago silente
que alguna vez electrizó mi corazón...

Te recuerdo, pero no te anhelo,
me alegra la paz de la distancia
mientras en mis nervios
se desvanece tu aroma...

Te recuerdo con ojos de Spinoza,
como si de líneas y de puntos se tratase,
aunque en tu caso las líneas dibujaban siempre
una silueta hermosa,
y devenías necesaria
expresión de tu singularidad.

Debo reconocer, sin embargo,
que todavía mueves mi escritura...