Regresa la noche y en este instante te recuerdo,
dama de caminar claroscuro,
rizos de palabras tristes,
tan distantes de lo auténtico
como los lugares comunes.
Ofrecer lo imposible es decir 'nada',
pero desde siempre te he perdonado,
porque ignoré mis instintos
aunque te haya visto venir a lo lejos.
Nada como la paz de la noche,
en ella a veces te haces presente
tal como ahora como íntimo susurro,
o como relámpago silente
que alguna vez electrizó mi corazón...
Te recuerdo, pero no te anhelo,
me alegra la paz de la distancia
mientras en mis nervios
se desvanece tu aroma...
Te recuerdo con ojos de Spinoza,
como si de líneas y de puntos se tratase,
aunque en tu caso las líneas dibujaban siempre
una silueta hermosa,
y devenías necesaria
expresión de tu singularidad.
Debo reconocer, sin embargo,
que todavía mueves mi escritura...
No comments:
Post a Comment
Leave your comments, opinions or whatever you want, please ...